Un camino, una decisión, una
experiencia hacen un sentido para contar lo que ocurrió y sigue ocurriendo en
nosotros. Qué contar, para qué contar, cómo contar y donde contarlo, serian cuestionamientos
filosóficos que se podrían presentar cotidianamente frente a otro; pero que se
hacen objetivos cuando nos posesionamos racionalmente, desde un lugar
determinado en un escenario (entendiendo que el escenario, es un lugar donde
ocurre una interacción mediada por la comunicación y sensible a interferencias
del medio mismo donde ocurre) para hacer una exposición de un discurso, bajo
una cortina de relato, cuento, historia etc. ¿Podrían ser estas cosas, arbitrariedades
señaladas, para considerar que el cuenta-cuentos es un campo de trabajo artístico,
que a su vez interviene en muchos otros campos o esferas interesadas en
incorporar este saber dentro de su experiencia? Campos como la literatura, la promoción
lectora en bibliotecas, colegios y universidades en el mundo educativo, la
implementación de asertividad comunicativa
bajo estrategias diseñadas para la eficacia productiva en sectores
empresariales. Serian preguntas que se podrían responder y comprender desde una
experiencia vívida entregada en el taller de iniciación al cuenta-cuentos, por
ello los y las invitamos a este encuentro.
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