domingo, 27 de julio de 2014

Entrevista Rumba Magazine

Click para ver la entrevista: http://rumbamagazine.cl/inicio/2014/03/21/cuentos-para-humedecer-el-alma/

Cuentos para humedecer el alma. Cuentos para ellas, cuentos para la tierra, cuentos que quedan en ocasiones sin final por la distracción que se enmanta frente a tanta belleza. Cuentos de mar para humedecer el jardín de los corazones y, darle frescura a la llama eterna llamada, alma.

Muchos hemos pasado por la experiencia de contar o que nos cuenten un cuento. Generalmente, rememoramos la infancia con los cuentos tradicionales La Caperucita Roja, Pinocho, Cuentos de Andersen, Cuentos de la Selva, entre muchos más. Pero el cuento abarca muchas más audiencias, que buscan de estas narraciones inmiscuirse en un mundo mágico que surge de la imaginación individual, pero siempre relacionado a la sinergia de los pensamientos colectivos. Esa magia reside en la búsqueda incesante de la emocionalidad del público…

Eustacio




Espectáculo de narración oral, danza, música y cuentos colombianos una propuesta de integración de prácticas artísticas en el mundo de los cuentacuentos. Bailarinas, músicos y actores profesionales conforman esta propuesta escénica. Dirección general de Narrador colombiano Bran Montiel.

El viaje de Eustacio, está acompañado por diferentes piezas musicales que van embelleciendo cada lugar del imaginario del personaje. En un sueño, encuentra la respuesta a sus inquietudes maquinadas en la realidad. Una mujer que conoció en una larga noche de copas, sería su eterno e inspirador amor que lo acompañaría por siempre. Cada vez que ella emergía de la nada, en medio del público, su corazón se aceleraba y lo adentraba en un sueño mágico, donde él siempre esperaba no despertar nunca. Siempre ocurría cuando él hacia sus mejores papeles como culebrero-juglar en su propia relatoría, pero con obras de Gabriel García Márquez. Este último personaje acompañante diurno y nocturno de Eustacio, como si recordara todos los días, la transmisión radial del discurso de Gabo, el día mismo en que recibió el nobel. Mucha y hasta exagerada alegría denotaba en su rostro, al recordar estos pasajes. Más cuando las mujeres que bailaban espontáneamente al escuchar el sonido de tambores, gaitas y cantadoras lo transformaban prácticamente en otro ser. Se movían de una manera indescriptible, contaba Eustacio, contoneando sus caderas, permitiendo salir esas fragancias sudorosas de sus cuerpos ardidos, bañados en esencias puras de hembras libres, que para él, eran perfumes intensos que le provocaban escalofríos y perdida de la razón, al punto que al volver del trance a la realidad, se daba cuenta que podía volar, caminar sobre carbones ardiendo, ser invisible a sus adversarios o incluso insultar a políticos y policías sin que ellos pudieran notarlo… y sigue el viaje. Bran Montiel.